Establece un monto de arrendamiento justo:

Cuando fijes el importe del alquiler de tu inmueble, asegúrate de que estableces un precio de mercado justo y atractivo para que se pueda alquilar inmediatamente. Además de tener en cuenta las comparaciones recientes del mercado para hacerte una idea de cómo serían los precios de los inmuebles si estuvieran disponibles hoy o mañana, en función de las fechas en las que la gente quiera mudarse; da más importancia a las propiedades con inquilinos exitosos frente a las que aún están vacías, porque este tipo de listados tendrán menos riesgo asociado, lo que significa que probablemente no sea necesario hacer muchos cambios hasta más adelante.

El mercado de renta no tiene una relación directa al mercado de compra:

Es fácil dejarse llevar por el ajetreo de la vida en la ciudad, pero a veces necesitamos recordar dónde están nuestras prioridades. El precio que pagan los inquilinos no refleja directamente ningún aumento o cambio realizado por los propietarios, sino que estos precios se corresponden con lo que hay en el mercado en general.

Los alquileres suben cada año porque hay más gente compitiendo por recursos finitos como los apartamentos; las reparaciones pueden ser de todo tipo, desde simples tareas de mantenimiento, como cambiar las bombillas, hasta grandes reformas, como cuando renuevas la cocina o el baño y añades nuevas encimeras.

Considera renovar contratos: Si bien es cierto que hay varios elementos a tomar en cuenta a la hora de renovar el contrato con un inquilino, desde el punto de vista financiero, renovar suele ser la mejor decisión, con la renovación estarías evitando costos tales como:

  • Mejoras a la propiedad para colocar de nuevo en el mercado (pintura, limpiezas alfombras, etc.)

  • Tiempo en conseguir inquilino, precalificarlo, negociar contrato y fase de aplicación de asociación suele traducirse en semanas o meses sin generar ingresos

  • Comisiones pueden ser mayores en un primer contrato que en renovaciones

Si el inquilino es bueno, trata de mantenerlo:

  • El inquilino es una de las personas más importantes en cualquier propiedad de alquiler. Si pagan a tiempo y están al día con el mantenimiento, es más fácil renovar su contrato que probar con otra persona nueva cada pocos meses o años.

  • Es muy común como dueño insistir en aumentar la renta y estar dispuesto a salir de “buenos inquilinos” por no lograr un acuerdo en el incremento, sin embargo, antes de salir de un buen inquilino siempre piensa que es una lotería quien será tu próximo arrendatario.

Recuerda también que si tu propiedad se encuentra en un condominio el cual necesita aprobación antes de que tu inquilino se mude, la persona también pasará por este filtro lo cual te dará a ti doble protección.